Finalmente las nubes y el frio se han apoderado de la ciudad. Ya era demasiado extraño haber tenido que convivir con el sol por más de dos semanas. Infelizmente (para mi), el sol no es la "estrella" en esta ciudad; todo lo contrario: las nubes, la lluvia y el frio se llevan el premio. Y es que Curitiba no seria Curitiba sin su caracteristico y casi eterno invierno, con algunas pinceladas de calor y sol.
De todos los días de (pseudo) verano, el domingo fue de los mejores. Pareciera que todos los curitibanos sabían que ese iba ser el último día de sol, y como una planificación casi perfecta todos se fueron al centro de la ciudad para disfrutar de las ferias dominicales. Para mi son más que ferias, parecen gigantescas galerias de arte al aire libre con derecho a comida, música y teatro.
Ahora le damos la bienvenida a la fria (y húmeda) primavera con una deliciosa taza de chocolate caliente o una copa de vino; iremos al museo o al teatro, o disfrutaremos de un bar y recordaremos las música de ayer, hoy y siempre.
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