domingo, 5 de julio de 2009

Amazonas: HELP! (Segunda Parte)


El norte de Brasil – donde se encuentra la mayor parte de la selva amazónica – es una vasta reserva de minerales (como la bauxita), cuya explotación (que empezó a realizarse hace cuatro años) ha dado empleo a cientos de miles de personas. Los proyectos industriales de varias empresas nacionales y extranjeras han tenido efecto, tal vez irreversibles, en el norte y nordeste brasileño.

La explotación de la región se impone tanto del punto de vista económico como el de las necesidades educativas, laborales y de salud de los lugareños. Ahora las grandes transnacionales dejan de ser los únicos predadores del Amazonas; la pobreza extrema y la falta de alternativas económicas también son enemigos de esta floresta. Para los brasileños del norte la moto sierra es equivalente al pan que van a llevar a la casa para sus familias.

La historia de esta región pudiera ser diferente. Trillones de dólares están ocultos bajo el manto fértil del Amazonas, esperando proyectos que combinen la fuerza del capital motriz con la visión de “tratamiento especial” que requiere esta zona, dada su importancia mundial. Hoy la selva amazónica es una bendición natural transformada en una fábrica de problemas, entre ellos: tala ilegal (en 2007 aumentó un 15%); falta de control, lo que transforma al territorio en tierra de nadie; actividad pecuaria desmedida.



Reportaje de televisora brasileña sobre el problema en Amazonas. Está en portugués.

La idiosincrasia latinoamericana nos ha enseñado a echare la culpa a terceros de los errores que nosotros mismos cometemos, y Brasil no escapa de ello. La culpa de que el Amazonas esté tan devastada como hoy es de los mineros, taladores y agricultores; la falta no es de los gringos. Cada vez que la destrucción de la selva crece y se culpa al gobierno de Brasil por tales actos, ellos responden inescrupulosamente “el Amazonas es nuestro”. Ciertamente más del 60% del bosque amazónico se encuentra en Brasil, pero eso no quiere decir que ellos sean los dueños y que pueden hacer lo que les venga en gana.

El Amazonas no está solamente sobre ataque alienígena. Empresas brasileñas de alimento como Pão de Açúcar y Perdigão son igualmente responsables pues estos frigoríficos comercializan animales criados en zonas deforestadas ilegalmente. ¿Cómo decirle al mayor consumidor/exportador de carne del mundo que deje esa práctica? La respuesta a esta interrogantes es un cambio de paradigma dirigido al desarrollo pero también a la conservación.



Video de Greenpeace sobre la quema y tala en Amazonas. Está en inglés.

Si se subsidiara la cosecha de frutos y de semillas oleaginosas – en el Amazonas – y los locales obtuvieran ingresos por esos trabajos de recolección, el interés por conservar crecería. Además se empezaría a desenvolver un mercado interno favorable tanto para la naturaleza como para los habitantes del norte y nordeste brasileño.
Si Brasil y el resto de los países (como Venezuela y Colombia) que comparten la floresta amazónica copiaran los modelos de desarrollo de países como Dinamarca, Noruega o los Países Bajos, fuera un avance tremendo en materia de conservación y economía. No obstante lo conflictos de intereses entre las políticas ambientales y el gobierno retrasan el compromiso hacia la reserva natural más grande del mundo.



Fuentes: http://www.exame.com.br/, http://www1.folha.uol.com.br/folha/brasil/ult96u57660.shtml, http://www.amazon-rainforest.org/destruction.html.

1 comentario:

  1. Falta muchísimos años para formar una verdadera conciencia sobre el calentamiento global y los efectos que causamos en la tierra. Excelente!

    Moncho.

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