Ayer jugó el equipo de la Canarinha, y Brasil paralizó todo. Cuando digo todo es TODO: servicios, trabajos, educación; todo el país bajó la santamaría sólo para ver a su equipo en el mundial. Me tome la libertad de pasear por la ciudad que, por cierto, estaba un caos para capturar algunas imágenes de la gente y, claro, disfruté del partido con los vecinos y celebré la victória de equipo - que dejó mucho que desear.
Todos los curiibanos asistiendo el juego en el centro de la ciudad
Es el tercer Mundial para Emanuelle y el segundo para Enzo
Este es Mateus, es su primer Mundial
Vecinos con caras larga por la pésima primera presentación de Brasil en el Mundial
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